La pandemia ha acelerado la tendencia estructural a largo plazo de transición desde los pagos en efectivo a los electrónicos. En China, los pagos electrónicos se han adoptado de manera generalizada debido a la proliferación del comercio electrónico, una regulación principalmente favorable (hasta hace poco) y un amplio mercado objetivo.
En América Latina, las empresas y consumidores brasileños se han beneficiado de las ideas y las soluciones disruptivas que ofrecen las compañías de tecnofinanzas. Por ejemplo, el proveedor de pagos PagSeguro ofrece terminales en el punto de venta a pequeños comercios, la mayoría de los cuales no podían aceptar los pagos electrónicos anteriormente. Los consumidores se benefician además de una serie de servicios de banca digital prestados por PagSeguro, a los que pueden acceder cómodamente a través de sus teléfonos móviles.